Cuando me enteré de Happy Death Day sentí que al igual que la protagonista, ya había vivido ese momento. Solo tómense un tiempo para pensar lo siguiente: una persona con una vida normal que de repente entra en un bucle temporal que la lleva a vivir siempre el mismo día, ¿no les suena conocido?
Si para la pregunta anterior pensaron en Groundhog Day (1993) es correcto porque hacia el final de la película dan una referencia a esa cinta maravillosa protagonizada por Bill Murray (Ghostbusters). A lo que voy es que la idea del bucle temporal ya fue utilizada en dos ocasiones en 2017 en Before I Fall y Naked, por lo que al enterarme que tendríamos una tercera ronda de este tipo de films, no me ilusioné mucho.
La verdad es que el no tener buenas expectativas sobre Happy Death Day fue lo mejor que me pudo pasar debido a que me terminé sorprendiendo de una forma muy grata. La película está completa, cierra perfectamente sin dejar cavos sueltos.
A la hora de hablar de los personajes podemos caracterizarlos de dos maneras. La primera, como parte de distintos estereotipos: Theresa «Tree» Gelbman (Jessica Rothe) es la típica universitaria de fraternidad estadounidense que, si bien es habitué de las fiestas, tienen reglas muy específicas, como por ejemplo que todas las chicas se tienen que cuidar en las comidas. Mientras que Carter Davis (Israel Broussard) tiene un rol tan secundario que poco llega a desarrollar el personaje, aunque dado a su personalidad podría decirse que se encuentra en un término medio entre diversión y estudio, algo así como un Jim (Jason Biggs) de American Pie, ni muy fiestero ni muy nerd.
En lo que refiere a los demás papeles, creo que sería absurdo dedicarles un espacio en esta nota, pero no lo es porque no se luzcan, sino porque quedan tan relegados que, aunque sus acciones son relevantes para el desarrollo de la trama, la película se centra plenamente en Tree.
En cuanto a la segunda forma de caracterizar a los personajes podemos decir que la metamorfosis que experimenta la protagonista está muy bien desarrollada, porque nos permite ponernos en su lugar y hasta llegar a pensar en qué acciones dejaríamos de realizar si comenzáramos un extrañamiento de nuestra vida cotidiana. Esto es lo que hace al personaje muy atractivo, ya que ella puede replantearse su vida al mismo tiempo que es perseguida por un asesino con una máscara de cerdo.
Sin dudas, uno de los elementos que mejor se ensambla con la película es la banda sonora debido a que, si bien pertenece al suspenso, el film juega con una hibridación de géneros que en determinadas escenas parecería más una comedia y en esto la música acompaña a la perfección. Realiza una transición muy fina.
En conclusión, Happy Death Day llegó como una sorpresa de las que tendríamos que tener más a menudo. A una idea muy utilizada le propuso un desarrollo atractivo, con una protagonista sólida, risas, suspenso, acción y un misterio que te atrapará durante toda la cinta. Más que Feliz día de tu muerte es Feliz día, tenemos una buena película.
Por Sergio Gomez | En Twitter @Powerpad17
bastardosdelcine.wordpress.com 
Una respuesta a “Feliz día de una buena película”